domingo, 8 de junio de 2014

Étienne Daho - Cuatro inviernos sin saber que hacer

Y es que a lo tonto han pasado cuatro años desde un viaje que hice a Lisboa y a Madeira y a la vuelta me encontré un campeonato mundial y una despedida. Y hoy pensaba en ello al ver el Mercado de San Antonio desvencijado y en fase de restauración. ¡Que horror! ¡Seguro que pierde ese tono cutre maravilloso de antes! Porque nada queda igual después de modernizarse. A eso le llaman evolución o reconstrucción, y sería bueno si no fuera sinónimo de corrupción y perversión.

Pero a lo que vamos, esa cifra me ha hecho recordar "Quatre hivers". La canción que da inicio a este buen disco de Étienne Daho que me compré en "El Corte Inglés" por 1.490 pesetas hace unos veinticinco años. Cuatro inviernos sin saber que hacer.

En este cuarto disco el Sr. Daho alcanza una posición madura en cuanto a su música y composiciones, previa a la aparición del que, para mí, sin duda es su mejor disco ("Paris ailleurs").

El disco comienza con dos canciones enlazadas: "Quatre hivers" y "Bleu comme toi". La primera lenta, corta y de letra demoledora. La segunda iniciada con la palabra "¡Attention!". Y tanto que hay que prestar atención porque comienza una canción pop extraordinaria, de las de subir el volumen a tope e incluso llenar pistas de baile y que resulta incomprensible que no sea un clásico que conozca todo el mundo. Así que no os cortéis y dadla a conocer a vuestros amigos y conocidos que os lo agradecerán.

Pero ese toque pop que podría dar entrada a un disco de un cantante convencional con aspiraciones de vender sin parar, se continúa con "Caribbean sea" que marca los límites entre las concesiones comerciales y las de un cantante que pretende comunicar y se mueve perfecto en todos los terrenos.

"Where is my monkey" con esas guitarras repetitivas de fondo es heredera directa de los Talking Heads, de hecho estoy seguro que si nadie dice que es de Daho, algunos lo confundirían con David Byrne.

"Affaire clasée" lleva el sello inconfundible de su autor. Marca claramente la linea a seguir en sus futuros discos. Una de las mejores.

La cara A se cierra con otra de las buenas: "Des Ir". Está claro que separa las sílabas pero todos sabemos a que se refiere. "Incandescente, indecente, turgente." Más claro el agua. Y si no a ver el vídeo.

El reverso del disco comienza con "Stay with me", según los créditos compuesta por Oliver North. ¡Oh cielos! Espero que no sea el general americano porque está claro que se equivocó de profesión como militar.

"Le plaisir de perdre" es otra de esas para bailar. Pese al título, la música da buenas vibraciones. "Seul dans la foule, si bien seul à n'attendre rien." Como dice el propio Daho: "En el fondo eso no tiene ninguna importancia."

Le sigue una balada algo siniestra: "Musc et Ambre". Se pone serio de principio pero luego afloja un poco en los meollos. La letra es, para mí, una de las más interesantes de este disco. "Dioses invocados por hechiceros locos bajo las nubes."

En "Winter blue" vuelven a rasgar las guitarras en una composición de Laurie Mayer en la que la propia autora le da réplica al cantante. Otra de las buenas de este disco.

"Des heures hindoues" cierra este buen disco. Una de las composiciones clásicas de Daho, de las que debía tocar siempre en directo en los momentos álgidos. Una balada grandiosa. Una excelente despedida para este disco que enlaza perfectamente con la magistralidad de su siguiente grabación.

"Heures hindoues, imprécises
Et tu voudrais que je t'emmènne, alors viens."
Disfrútenlo amigos, sin pensar en si han pasado cuatro o cien inviernos, ni en los que vendrán.

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