Él agradece el regalo, cantando canciones de otros, sólo una cuenta con su labor en la composición y hace algunas versiones estupendas y canta algunas que le prestan para que las dote de personalidad diferente, aunque al principio del disco parece que le cuesta y así empieza ayudado por Bruce en la voz solista y de una canción clásica de principios del siglo XX: "Jole Blon". La verdad es que no necesita la ayuda. Defiende la canción con convicción, como si fuera propia, y lo repite así todo el disco. Cualquiera diría que él es el compositor de todas ellas.
Sigue con una gran composición de Springsteen, por supuesto arropado por la "E Street Band" al completo: "This little girl", lo hace tan bien que deja casi oculto el sello del de New Jersey en la composición y éste se pone en un sitio más discreto que en la anterior canción y sólo comparte los coros. Gary deja de ser tímido y suelta toda la voz y canta muy soul, tanto que empiezas a buscar el sello de la Motown en algún lugar del disco.
"Your love" es la demostración de la gran calidad y sabiduría del "Boss", se cambia totalmente la piel y compone en una sintonía totalmente diferente a la suya habitual, lo hace pensando en que la cante otro y el solista ahora ya va lanzado, ha sacado todo lo que lleva dentro y se ha hecho totalmente con el escenario.
Acaba la primera cara con una canción memorable, heroica, una auténtica epopeya. El compositor ahora es Steve Van Zandt y nos deja boquiabiertos, esto es un auténtico regalo para el cantante, le brinda la oportunidad de pasar a la historia con un tema en el que los de la calle E se meten de lleno y Roy Bittan se luce en el piano con un fraseo corto inicialmente pero inolvidable, de esos que te pasas toda la canción esperando que se repita y Bruce ni aparece, debe estar sentado, anonadado, mirando lo bien que lo hace el grupo sin él, y... ahora vuelve el piano y en el preciso momento aparece Clarence Clemons soltando uno de los mejores solos de su historia, pero lo deja a medias para dejar recitando a Gary con el piano de fondo, preparandonos para la fanfarria final, piano, voz y saxo dominando.
Y el disco podría haber acabado, pero hay que darle la vuelta y como ya va absolutamente crecido, Gary se atreve con los Beatles y hace una de Paul y John, que si no fuera por los créditos no lo hubieramos dicho. "It's only love" de la segunda cara de "Help". Una canción totalmente renovada dotada de una fuerza que no tiene la original, mucho más meliflua y nada "soulera".
Ya puestos, ¿Porqué no una de Jackson Browne? Ahí la tenemos: "The pretender". ¿Qué os parece? Sencillamente tremenda. El cambio de color del cantante le sienta perfecto, aunque aquí Gary está más tímido ahora, supongo que no tiene tanta confianza con el propietario como para darle totalmente la vuelta, y se parece mucho a la original que es muy difícil de superar.
Ahora está seguro del todo y se permite interpretar una canción propia: "Way back when". No desentona nada con las de otros autores de más renombre, aunque es tan tímido que la oculta en medio de la cara B, entre Jackson Browne y Bob Dylan.
Porque la siguiente es del de Minnesota y no de un disco cualquiera. "From a Buick 6" es nada menos que del "Highway 61 revisited". A mí con todos los respetos para el "maestro" Dylan, casi me gusta más la versión del hombre de color. Tiene una gran fuerza, garra, y aunque es admirable el ritmo rockero de la original, esta nueva versión exenta de armónica puede hacer sentir orgulloso a su hacedor.
La última tiene como autores a tres músicos de estudio que colaboran en la grabación. Parece que sea de relleno, no ha tenido apenas difusión, en internet no la encuentro. Una canción lenta, preciosa, creo que salió como cara "B" del single "Jole Blon".
Yo también tenía olvidado este buen disco. Lo recordé hace unos días al reconocer una de sus canciones sonando en un bar, mientras esperaba para oir cantar a Guille Dinnbier. Y hoy mientras nadaba entre un mar de gentes que solo miraban a lo alto, apresurando los pasos para escapar de los golpes de las bolsas de las tiendas de moda, huyendo de las luces navideñas que cuelgan de las fachadas de los hoteles, de caracolas incendiadas en las calles y nadando entre el espeso frío avanzado. Hoy, recordé que me lo dediqué como regalo, hace algo más de treinta años, para mi cumpleaños, en una época en que la mayoría de edad se alcanzaba con 21.