No guardo ningún recuerdo de cómo descubrí a este grupo, sólo que compré su tercer disco, Spitting out miracles (1987), porque estaba de oferta. Muy barato. Quizás fue por su nombre: The Blue Aeroplanes, y por el título del disco: Escupiendo milagros. Me gustó la portada. En fin, ese fue el primero que tuve. Y me quedé prendado. Fue una revelación. De inmediato, también muy barato, me hice con el cuarto, una recopilación de singles, Friendloverplane (1988). ¡Doble! La confirmación. Me vienen a la cabeza relaciones con los grupos de Cherry Red Records, no sé por qué, quizás porque en ellos hay poesía y aventura. Y luego, en 1989, mientras iba y volvía en coche de Mercabarna cada día, oí en Radio 3 que publicaban Swagger. Pusieron «What it is», con la colaboración de Michael Stipe, de REM (que estaban en su mejor momento, después de Green). Aquí se convertían ya en un grupo de una solidez admirable.
The Blue Aeroplanes, desde el principio, se muestran como un grupo distinto, solo apto para espíritus aventureros. Se trata de rock and roll, no hay duda. Debe su impulso inicial al punk (se nota por lo espontáneo), y se cimenta en las guitarras melódicas de The Byrds, o The Church, con tejidos de tres o más guitarras, contrapuntos, arpegios elegantes. Luego explotan con distorsión y la luz se vuelve cegadora. El líder conceptual y letrista no canta, más bien recita con musicalidad. Siempre me ha interesado mucho la palabra dicha como una oración mezclada con la música. En algunas ocasiones, siempre en buen momento y con mucho tino, incluyen canciones propiamente dichas; entonces canta otro componente (que además normalmente es el compositor). La alternancia entre melodía y recitado, entre lirismo y violencia, entre experimentación y estribillos, alcanza una maestría poco común. Son un grupo-comuna-posgrado, universitarios de Bristol o algo así. Llegan a ser a veces hasta ocho tipos (a veces con alguna chica) haciendo ruido. Uno sólo se dedica a bailar en escena.
Swagger sería el primero de sus discos para el «público masivo». En él renuncian un poquito a los aires folk del principio (siempre incluían algo con violín, acordeón, mandolina, etc.). Es mucho más rock. Una dulce apisonadora... A ver, querría destacar... En fin, a lo largo de los años continué comprando todos sus discos. Esa fidelidad debe querer decir algo, ¿no? (todos en vinilo excepto uno). Creo que en esta ocasión sobran las palabras y lo mejor es conocer algo nuevo, algo distinto. De verdad, vale la pena hacer un esfuerzo.
Ahora parece que vuelven a sacar nuevo disco. Siempre en la sombra. Siempre incombustibles.
Yo descubrí esta banda por casualidad, compré por recomendación en 1993 un album de Chris Cacavas y de regalo venía el casette del album "Beatsongs"(91) de The Blue Aeroplanes. El album de Cacavas me decepcionó (no soy muy fan del rock USA, demasiado tradicionalista y poco innovador para mi gusto) pero el de los Aeroplanes...me deslumbró por completo. De hecho es mi album favorito de ellos, cada cancion supera a la anterior para llegar al climax para mí con la suprema "Colour me", luego un placentero bajon hasta acabar el disco). Swagger me gusta mucho pero algo menos, porque los ultimos cuatro cortes bajan mucho de nivel respecto de los 7 primeros, y del resto de su discografía son imnprescindibles los dos recopilatorios Friendloverplane.
ResponderEliminarEn fin, me encanta esta banda por muchos motivos.