Moon Martin. Noches calurosas, corazones fríos y manos desesperadas.
Nada se sabe hoy en día de este hombre al que he recordado hoy mientras sonaba una versión de "Motherless child" interpretada por "Max Roach and JC White Singers"en el que se han intercalado de forma casual riffs de guitarra del éxito más importante de este guitarrista de Oklahoma, "Bad case of loving you". Cosas de los ordenadores que se ponen en marcha melodías sin querer. La verdad es que la mezcla sonaba de cine.
Y es que en en el momento menos esperado el subconsciente rinde un homenaje a cualquiera y yo llevaba días dudando sobre qué disco escribir y entre los varios que se cocían en la olla estaba este "Shots from a cold nightmare".
Creo recordar que conocí a este rubio guitarrista de pelo lacio y mirada tímida tras enterarnos de que esa espléndida canción interpretada por Robert Palmer era obra suya y entre eso y que sonara alguna vez en la radio "Hot nite in Dallas", no tuve ninguna duda para hacerme con éste álbum. No estoy seguro de este dato, pero diría que en España salió primero el Secrets de Robert Palmer y aprovechando el tirón comercial que tuvo ese disco, editaron el primero de Moon Martin.
También compramos el segundo ("Escape from domination"), pero fue víctima de uno de esos trapicheos de mi hermano y probablemente sustituido por uno de "rock sinfónico" del que en esa época era apasionado. ¡Ostras! Éste también fue víctima porque no lo encuentro en vinilo en mi discoteca. ¡Juan, cuando te pille te voy a dar una colleja!
Moon Martin es un músico de prestigio entre sus compañeros, nunca tuvo mucho éxito personal, se movió entre el rockabilly, el blues y el country y sus composiciones de más éxito lo fueron en las voces de otros cantantes. Es probable que ese sea su único punto flojo, una voz con cierta falta de empaque para el gran público o para los promotores (porque a mí en directo me suena tremenda) y un aspecto desangelado para unas canciones con contenidos tan fuertes.
Este es un disco "sólo apto para varones". A ellas, en algunos momentos las deja muy mal. Por lo tanto, mejor mantenerlo alejado de sus pabellones auriculares.
La primera canción ("Hot nite in Dallas) es casi perfecta para iniciar un disco. Es una de esas que te ponen a cien por hora, te obligan a bailar (incluso a mí que no bailo nunca hasta más allá de la tercera copa), a conducir rápido y a corear la canción. Ideal para ponerla en marcha al recoger a tus amigos para una noche acelerada marcada por las guitarras. Una canción que da calor incluso en el más gélido invierno.
"Victim of romance" es un medio tiempo, una pequeña tregua para que recuperes aliento, más acariciadora que la primera, se empieza a poner un poco meláncolico. Espera que llegues pero hoy no vienes. Lleva tiempo en la puerta esperando pero hoy no sales.
Y claro... Viene la balada, llena de punteos afilados de guitarra, y piano de terciopelo. No te ha sentado bien el alcohol, y estás acosado en una esquina del bar, apoyado en la barra, mirando los movimientos de la camarera, hipnotizado por el balanceo de sus piernas. Se te llenan los ojos de nostalgia. "¡Sirve otra copa nena!" porque mis pensamientos me están matando. Sin desmerecer a Moon Martin, la imagino en la voz de JJ Cale o de Clapton y sonaría de maravilla.
A continuación (para mí) una de las mejores canciones del disco. "Paid killer", guitarras arrastradas por los suelos, teclados atmosféricos y unos coros ululantes. Mejor será que te despegues de la barra, que dejes de pensar en que ella te mata, que busques otro camino porque ella "sólo tiene veinticinco pero te está matando vivo." y así no puedes seguir.
"Cadillac walk" la popularizó Mink de Ville (que algún día tentrá su hueco en este blog) en su primer disco "Cabretta". Un temazo rockero que demuestra el gran valor como compositor de Martin. Aquí se viene arriba de nuevo el ritmo del disco. Una melodía de esas nacidas para ser interpretada en directo. Los teclados tiran de las riendas para que no se desboquen los caballos guitarreros, los tambores marcan el ritmo del trote y al final todo acaba en un desmelenado galope.
"Bad case of loving you" justifica de sobra que este hombre pase a la historia del rock. Tiene todos los ingredientes de las grandes canciones, calor, ritmo, desespero, estribillo pegadizo y unos guitarreos inolvidables. Una canción "sólo para hombres" (perdonádme chicas pero es así). Y es que una "cara bonita no hace bonito al corazón". Una píldora directa para la cura de enfermedades cardíacas. Digoxina en estado puro. ¿Alguien tiene dudas? Aquí la tenemos en directo.
En "Hands down" el nivel rockero está en su punto álgido y el disco ya ha conseguido convertirse en un clásico. "You win. Hands down. Hands down."
Volvemos a la balada y esta vez lo hace con una versión, porque "All I've got to do" es una composición de John Lennon publicada inicialmente en el "Win the Beatles" de 1963. Seguida de "You don't care about me". Éstas dos últimas no las encuentro por lo que tendrás que conseguir el disco para escucharlas.
El disco finaliza con "She's a pretender". A este hombre no se le dan nada bien las relaciones femeninas. Hay que ver como me lo maltratan, pero el lo soluciona a ritmo de rock and roll.
PD: Mi hermano ha leido el borrador y (seguramente preocupado por la colleja) jura que nunca tuvimos el LP, que teníamos el single y el disco nos lo dejaron y lo grabamos. ¡Hay que ver como se afloja la memoria con el paso de los años!!!! Da lo mismo... A disfrutarlo.
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