miércoles, 4 de enero de 2012

Radio Futura - La literatura se hace pop


Como sé con seguridad que, en un acuerdo tácito, si tuviéramos que repartirnos entre hermanos a los dos grupos de pop-rock más importantes del panorama español, él preferiría quedarse con los Nacha Pop, yo voy a continuar la senda de Moris con Radio Futura.

¿Exagerado decir «los más importantes»? Toda afirmación es exagerada para un gallego, y aún más para alguien que ni siquiera alcanza a serlo. Sin embargo, cuando los Radio Futura de «Enamorado de la moda juvenil» se rompieron y la casa de discos puso obstáculos para que siguieran su camino natural, nació algo que estaba a años luz, y equidistante, del pop español de guateque y del rock urbano de Leño.

Leí en algún sitio, seguro que en RockEspezial-Rockdelux (herederas de Vibraciones), que Santiago Auserón se había recluido en un desván de Londres y se pasaba los días escuchando a Magazine (cuyo primer disco compró puntualmente mi hermano. Ah, ¿uno de los cuatro que se vendieron?). ¡Jo!, a mí me pareció una imagen arrebatadora y envidiable. Ay, ay, pero esos no eran obreros como Moris. Si podían ir a Londres a comprar discos de moda (¿eh, pegamoide?), entonces es que papá y mamá se portaban bien (qué queréis que os diga, se me ha enquistado el rencor social). Bueno, lo cierto es que la cara B de «Diviina eres túúúúúúúúúú» merecía la pena, y mucho. ¿A qué apuntaban los Futura? «Interferencias» lograba deslizar un mensaje: las guitarras sirven para tocarlas.


Y atención. Las letras. ¡Por fin, por fin alguien que sabe lo que dice! ¡Por fin alguien que podía cantar en castellano sin hacer el ridículo! Claro que eso se lo debemos a muchos grupos pioneros y a la moda y aceptación de que no todo era jei, beiby, ai lof yu, wan chu wan chu y roc-an-rol, pero reconozcamos que Santiago Auserón es un escritor como la copa de un pino (a ver, ¿quién ha sido capaz de componer una obra maestra como «Annabel Lee» y adaptar el poe(ma) de Poe con tal absoluta solvencia?).

El conflicto con la casa de discos les hace publicar un par de singles y airear las maquetas de sus nuevas canciones sin publicarlas oficialmente. «La estatua del Jardín Botánico». Claro, ahora es fácil decir que rompió con la pana. Pero entonces, cuando aún no habían firmado con una nueva casa de discos y sólo unos cuantos enterados estaban al loro de cada canción nueva que salía, fue heroico asistir al concierto que dieron en las fiestas de la Mercè de 1983, teloneados o teloneando a Esclarecidos, y ambos teloneando a... no me acuerdo quién. Yo me desgañité pidiendo la canción más rara que conocía de ellos (soy así, qué le vamos a hacer: la cara B de "Dance usted"): ¡Tus pasos! ¡Tus pasos! Y Santiago Auserón dijo: Hay sonidos que cruzan mi mente, son... tus pasos. Y la tocaron (claro, que no tenían muchas canciones, o sea que las iban a tocar todas).

La cara B de la Estatua era «Rompeolas», menudo temazo. Amigos, a estas alturas, en que además hasta La Bola de Cristal de la tele promovía la movida, estaba rendido.


En 1984 sacaron su «primer» disco largo como reencarnación, y allí estaban todas las mezclas. El cóctel que desee el señor, sí, sí, más rockero, más salsero, mmmm, igual de bueno. La ley del desierto/La ley del mar es un discazo. ¡Pero si hasta incluye una foto de Juan Rulfo! Eso sí que es estar enterado. El mítico autor de la novela Pedro Páramo, ¿fotógrafo también?. Pues sí.

La ley del desierto es la cara A y ... ¡Pero qué estoy diciendo, si media España y parte de América lo sabe perfectamente todo a partir de este momento: «Escuela de calor», «Semilla negra», «Un africano por la Gran Vía»... Sólo querría apuntar, en la cara A, «Historia de play-back»,


y en la cara B, la más grande canción escrita en..., voy a dejar de exagerar, pero si he soñado alguna vez con ser rico y donjuán, esta es la canción que lo ha provocado. «El nadador.» «Quizá mi alma es un frasco vacío, pero mi cuerpo es un río. Como un buen nadador, aprovecha la ola.» Jo, y bien que la aprovecharon.

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