miércoles, 8 de febrero de 2017

Chencho Fernández - ¿Que hace un chico como tú en un sitio como éste?



La verdad es que le debo esta entrada a Chencho desde hace tiempo y hoy coincidiendo con un comentario de Joserra Rodrigo en facebook calificando su disco "Dadá estuvo aquí" de POM (p.ta obra maestra) me veo obligado a darle la razón y de nuevo a darme de bruces con la escena musical de nuestro país (y probablemente del mundo) en la que artistas de envergadura pasan desapercibidos salvo para unos cuantos locos que nos empeñamos en seguirlos, en alabarlos y en emocionarnos con sus canciones.

Chencho tiene todo lo necesario de un artista: creatividad, cultura, ganas, descaro, personalidad y (porqué no) pose (que eso también cuenta). Para postre se acompaña de una banda de gran efectividad, coordinación y a los que se les nota el gusto por lo que hacen. Tuve el honor de verlos en directo en Rocksound en Abril del año pasado y, pese a que eramos cuatro gatos, que el bajista tuvo problemas para llegar a su hora por retraso en su vuelo, y que el concierto fue un poco corto, se marcaron un pedazo de concierto.

El disco lo conseguí inicialmente en mp3 y finalmente en el mismo concierto pude comprármelo dedicado. Un disco lleno de canciones de cazadora de piel oscura, de nocturnidad y alevosía, de desesperación vital pero sin llegar a la tristeza deprimente ni a la lágrima fácil. Sus letras asumen lo inevitable pero se rien de ello. No me extraña que haga versiones de Lou Reed o de The Clash, si es que le pegan que ni pintado y en sus canciones salen retazos de ellos (y de muchos otros como Tom Waits, el rock andaluz más antiguo e incluso le veo algo de Leonard Cohen) por todos los poros pero sin intentar imitarlos.

La primera noticia que tuve del disco fue en el blog de Addison de Witt y estuve a punto de pasar de ello pero cometí el error de pinchar la canción que abre el disco "La estación del prado" y ahí me quedé boquiabierto con algunas de sus frases ya desde el inicio.

"Cuando te vuelva a ver volverán las risas y el vino, cuando te vuelva a ver pensarás que es el destino que se burla perversamente de nuestros planes y hace tiempo que planeó volver a arrojar las llaves."

Y desde ese "portal de azulejos rotos" de la primera canción pensando constantemente que "y si el mundo estalla ya nada será igual porque hoy te he vuelto a ver" que (para mí) es obra maestra de la música española, comienzan las restantes nueve canciones, pero que nueve!!! Sólo diez canciones para un disco de 10.

"Muchacha rural" baja el ritmo musical pero no la calidad y se pone incluso un poco country, con "camisa de cuadros" y con referencias poéticas de alto nivel. Este artista ha leido a los clásicos y en sus letras se nota. Nada de concesiones a la galería.
En la siguiente se pone muy serio aunque el ritmo es festivo pero señala con el dedo extendido que "lo que te pasa a ti es que no te soportas más". "Este matrimonio no casa" se puede bailar pero si te pones con la letra puedes ver reflejado el comportamiento propio o de muchos conocidos. Pero se mete en el fraseo musical después del estribillo con risas de fondo y parece que no hay tanto fuego como parece, simplemente disminuye la temperatura pero "Ya no creo en tus ojitos de fiera domesticada. No me vuelvas a insistir. No hieras tu vanidad." y luego la banda se explaya para que medites durante el solo de guitarra y los coros.

"La Garçonne" es lírica, diferente con referencias a los "chansonneurs", parece incluso una versión, arreglos de cuerda muy clásicos y con unos coros estilo Jane Birkin. Sólo alguien tan ecléctico como Chencho puede permitirse el lujo de esta canción.

En "El rayo a punto de caer" se marca un tema en el que suenan claramente la lluvia y los truenos mientras escupe la letra como si fuera Lou Reed en la Velvet Underground aunque se le nota la vena de bondad y nos entrega una de sus mejores consignas "Nadie ve tras tu coraza. Está mal visto sufrir." Otra canción imprescindible y auténtica POM. Para postre acaba con todo el grupo desbocado, mientras en directo él se pira a fumarse un cigarro (¡Faltaría más!) y beber un trago de cerveza.
Pero esto sigue y la sexta canción sigue siendo de matrícula de honor. Es una de esas letras que no se escriben en un momento, que seguro que tiene años desde su composición y que ha ido madurando con el tiempo antes de publicarla (o a mí eso me parece) y eso la engrandece. "Radio fun club" es probablemente la que más hace mover los pies en busca de un ritmo hasta a los "sordos de pies" que dice Santi Campos (y yo me apropio de ello). Auténtica dosis de rock de los primeros ochenta en la que amalgama a los Burning, Sex Museum y, por supuesto a The Clash... si le pone lo de "Spanish bombs yo te quiero infinito" le queda que ni bordado pero dice: "De vuelta a las calles si quieres bailar el último vals, mienteme dí la verdad, sé que existe esa canción ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?" y otra vez la banda te manda al rincón de pensar, esta vez incluso con instrumentos de viento.

Y como todos los discos tienen "La Canción", éste sigue con ella y nos recuerda los versos de Lope de Vega y con ello deja patente que aquí sí que hay cultura y preparación y algo más que birras y guitarras.

"Dadá estuvo aquí" da título al disco y rememora salas de conciertos abandonadas y músicos ilustres por algunos olvidados manteniendo el soberbio nivel de todo el disco.

"Si alguna vez mueres joven" me pone la piel de gallina (pero de verdad), no puedo llorar porque es escalofriante. "Y si fuera solo por una vez posible pedir tiempo, os diría esto, veteranos y pioneros que fundásteis en la luna un castillo de arena: Por mi otra vida que es ésta y el hijo que no tengo, jugad pero luego dejadnos la pelota. .. Dan la palabra y ni siquiera escuchan. Olvídalo si alguna vez mueres joven." Me la guardo para un funeral aunque espero no tener nunca que utilizarla.

Y para redondear el disco se saca de la chistera "Una buena noche" dándole un homenaje al "tío Tom Waits con la herida abierta aún" recordando a sus amigos, al gobierno y a Ikea en un relato tan cotidiano que pese a que no es optimista en absoluto atenua la tristeza al ver que ésta es compartida con otros.

"La conversación con tu vivo recuerdo que apenas sé disimular y una lágrima cae en el vaso vacío, le pido al barman una más. No sé perder contra el olvido."

Se cierra el círculo al final y me quedo de nuevo esperando a que vuelva a tocarlas en mi ciudad, a que alguien se apiade de todos sus seguidores y le permita grabar de nuevo un disco, que no se pierda en la profundidad de esta noche que se arrebuja a mi alrededor mientras suenan las últimas notas del disco y sólo pienso en abrazarme de nuevo a ellos (a los músicos) y a algunos buenos amigos (que están y algunos que se fueron) porque todo ello viene en este vaso con líquido de sabor amargo y licor fuerte pero de verdad.

Amigos, comprénse el disco. ¡Es una orden!!!!!

2 comentarios:

  1. Suscribo todas tus palabras acerca de este gran disco patrio , un disco preñado de ACTITUD , eso que cada vez pasamos más por alto ; el gran acierto fue dejar en manos de All La Glory el fondo rítmico de unas canciones magníficas ; soy fan de Juano ... y de Chencho.
    Saludos

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    1. Efectivamente Jesús. Chencho va sobrado de actitud y eso le honra. Espero ansioso nuevos trabajos suyos. Gracias por pasarte y comentar. Un abrazo.

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