Yo diría que les pasa como cuando nos enamoramos platónicamente de una chiquilla que no aparenta muy guapa y lo llevamos en secreto, sólo nosotros nos damos cuenta de su perfección, de su hermosura contenida. Hasta que un día eclosiona, se arregla un poco y se hace tan evidente su belleza que vuelve loco al mundo entero. Entonces se sube a la parra, se contorsiona para que la vean mejor, pasea de unos brazos a otros. Se aprovecha, pasa a ser de dominio público ese secreto que guardábamos sólo para nosotros... Deja de gustarnos, disimulamos, hacemos como que nos repugna, que nunca nos ha gustado... En realidad es envidia de avaro... Sólo la queremos para nosotros.
Yo diría que es lo que le pasa a algunos con este disco. Yo también he sido víctima de ello. La primera vez que lo oí tuve una decepción. Las canciones eran preciosas, pero me parecían faltas de la energía desbordante de otras grabaciones, enfocadas al agrado generalizado, de diseño.
Guardé el disco en casa, escondido, como esa foto de ella que todos guardamos entre las páginas de un libro que nunca abrimos y que un buen día se cae al suelo con el paso de los años y el corazón nos da un vuelco. Hasta que me topé con un concierto acústico suyo y sonó "This is the last time" de entrada. Me dí cuenta entonces de mi egoísmo, lo que pasaba es que los quería para mí solo. He decidido rectificar. El disco es extraordinario, a un nivel inusitado. He empezado a regalar copias a los amigos a vanagloriarme por ello. Me siento mejor siendo generoso en lugar de avaro.
He comprado dos entradas para su único concierto sin tener acompañante y lo espero con el reclinatorio al lado. Sólo sé una cosa: "Esto no es rock and roll, pero me gusta". O sea que, a disfrutarlo y a compartirlo. Por cierto, me encanta la portada. La mejor de largo de ellos.
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