Este, se mire como se mire, es uno de los mejores discos del año, un artefacto musical con poca ingeniería y mucha artesanía. No descubro nada, sólo me uno al unánime aplauso.
22. Woman's Hour - Ephyra
Me gusta la brevedad, debo ser más conceptista que culteranista. Este disco tiene sólo ocho canciones y poca más de media hora, pero no entra fácil, hay que dedicarle un tiempo, como a todo lo interesante. Si les gusta siempre lo mismo y no tienen ganas de experimentar, ni lo intenten. Necesita crepúsculo.
23. Durand Jones and The Indications - American Love Call
Me hubiera gustado que viérais las caras de mis estudiantes el día que puse "Morning in America" mientras se iban sentando en clase. Solo por esa canción este disco vale la pena, pero si no te atascas en ella y sigues con el resto no te vas a arrepentir. Ni lo duden, pinchen este vídeo... De nada.
24. Mercy John - Let It Go Easy
Otro artista con pocos seguidores. Eso, aunque no de para comer mucho, sí que permite libertad para componer e interpretar con sinceridad. A mí me ha convencido bastante más que algunos consagrados.
25. Yola - Walk Through Fire
Si me dieran a elegir entre diez discos destacados este año, este sería uno de ellos. No descubro nada, lo sabe todo el mundo, está en todas las listas. Sencillamente, magistral.
26. Lee Harvey Osmond - Mohawk
Sigo echando mucho de menos a J.J. Cale y supongo que este señor también. Por eso toca la guitarra sentado en el porche de su rancho y canta perezosamente (o así me lo imagino yo).
27. Smith and Jones - Something Worth Learning
Solo para antiguos, para aquellos a los que les emocionan las voces armoniosas y, usualmente, suaves. Para los que vibraban con Carly Simon, aunque yo andaba mucho pensando en Ricky Lee Jones mientras lo escuchaba. Recién llegadas de la máquina del tiempo de hace cincuenta años. Me pongan el reclinatorio (con almohadilla para las rodillas por favor).
28. Wild Fitz - Old Blues
Menos de mil escuchas en Spotify le avalan (doscientas deben ser mías), así que debe ser bueno porque el mal gusto abunda (o eso pienso yo). Simple pero efectivo.
29. Andrew Bird - My finest Work Yet
De cabo a rabo, desde la portada hasta el final, original por los cuatro costados pero suficientemente clásico para no perturbar a nadie. Desde el primer silbido al último acorde de violín: Enorme.
30. Jenny Lewis - On The Line
Hay que tener muchas razones musicales para arriesgarse hoy en día con el escote en la portada. Esta cantante tiene motivos muchos más poderosos que el físico para sacar disco. Este es otro de los que pondría entre los diez elegidos del año con seguridad, siempre mirando de reojo a Kate Bush.
Se me está complicando esto porque me quedan un buen puñado en el tintero y el año se acaba. Tendré que volver pronto. De momento les dejo con este cantante enmascarado que no se sabe si quiere ser Sinatra, Elvis o Meat Loaf, pero que tiene un vozarrón la mar de interesante.
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